domingo, 4 de enero de 2015

¿Qué significa pensar en acción? Un ejemplo claro

La herencia computacional de las primeras ciencias cognitivas hace todavía predominante la equiparación entre cerebro/ordenador que da órdenes a un cuerpo. Ésta no es más a su vez que la versión moderna del pensamiento occidental dualista que diferenciaba claramente entre mente y cuerpo, lo consciente y lo no consciente o lo voluntario y lo automático. Pensamiento criticado por autores como por Merleau-Ponty (desarrollada en la actualidad por autores como Dreyfus), que no fue capaz de salir de los márgenes de ese pensamiento dualista mediante el cual se proponía el problema. El último debate actual sobre pensamiento e intuición de los deportistas no es sino otra vuelta de tuerca sobre la misma forma de plantear la cuestión.
Pensar en acción no tiene que ver con el modo en el cual se manifiesta tal pensamiento, sea mediante lenguaje o mediante movimiento, sino con la temporalidad y la presencia en la actividad que se está llevando a cabo. Si estoy debatiendo sobre un tema con alguien, a nadie se le ocurre decir que no estoy pensando porque no soy consciente de la gimnasia del aparato fonador necesaria para poder emitir sonidos. Diríamos que estoy pensando en alto, presente en la situación de interacción con mi interlocutor, lo que implica una temporalidad concreta. En algunos momentos quizá piense algo para mí antes de decirlo pero no hay necesidad de que esto ocurra en todo momento ni por supuesto esos momentos son los únicos en los cuales hay verdadero pensamiento. Pues bien, algo análogo se da por ejemplo cuando improviso al tocar un instrumento musical o hago una serie de regates antes de lanzar a puerta. Estoy pensando en alto, lo que ocurre es que la manifestación no es mediante lenguaje sonoro de mi aparato fonador sino mediante una serie de sonidos musicales o en movimientos con un balón respectivamente. Ese pensar en alto es lo que llamo pensar en acción, que implica siempre un trasfondo de habitualidad en esa actividad sobre el cual es posible la improvisación (otro término coloquial al que se refiere ese pensar en acción). El pensar en acción puede intercalarse con esa otra forma de pensamiento sotto voce (para mí mismo, previo a la manifestación física) cuya intervención produce algunas veces ―no siempre― lo que se conoce como parálisis por análisis, característico de los principiantes. Es por todo ello que el estudio científico del pensamiento en acción no puede realizarse en situaciones experimentales que tratan de aislar los distintos componentes cognitivos sino en situaciones reales que no violenten la temporalidad de interacción. La etnometodología, el análisis conversacional o las etnografías cognitivas pueden ayudarnos a transitar ese camino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario